empatía en el marketing

La empatía ha sido la respuesta, en la mayor parte de los casos de éxito. Ponerse en el lugar de los consumidores y la audiencia, de aquellos que no pudieron despedirse de sus seres queridos o que estaban viendo cómo la forma en la que solían vivir cambiaba y llegaba una nueva realidad que aún nos acompaña.

Una condición fundamental para vender un producto, o servicio es la pasión no sólo por cerrar una venta, sino por conocer lo que la gente siente o piensa y saber cómo darle en el blanco a ese crisol específico que ve el mundo. ¡la empatía en el Marketing tiene mucho para enseñarnos!

La empatía en el Marketing implica eso: identificar los estados de ánimo de los potenciales clientes sin necesidad de que lo expresen tan abiertamente. En nuestra agencia, la empatía nos ayuda a conectar con los clientes de una manera muy significativa y conocer al 100% sus necesidades; algo por demás importante porque sólo si llegamos a entender sus miedos, sus dudas y sus ilusiones, somos capaces de diagnosticar qué es lo que necesitan y aportarles la solución más acertada.

 Donde la creatividad va mucho más allá de ser un modo de ganarse la vida. En la era de las experiencias que estamos atravesando actualmente, el trabajo de las agencias se centra cada vez más en ofrecer a los usuarios una vivencia única en cada contacto con las marcas. Y, para ello, la empatía es el factor central en el que se debe basar cada una de las decisiones.

Para las agencias creativas, el desafío está en escuchar primero a la empresa, detectar sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, conocer sus objetivos comerciales y reconocer lo que es capaz de arriesgar en el ecosistema digital. Una vez sintonizados con la firma, solo se trata de entender las necesidades del usuario y darle lo que necesita. Y para ello, lo que se dice y el modo en que se comunica es el aliado determinante para enamorar eternamente a una visita.

Las acciones que llevamos a la práctica, son impulsadas por lo que realmente nos motiva, las cosas que queremos y no solamente las que necesitamos. Tal es así, que recientemente se ha afirmado que casi en el 99% de las ocasiones, compramos un producto a consecuencia de un impulso, sentimiento o emoción que tan solo se ha razonado en parte.

Para conseguirlo, el enfoque comercial de la empresa sigue una sucesión de pasos como la identificación de los deseos y necesidades del consumidor, con el objetivo de establecer una relación entre sus intereses y las propiedades intangibles del producto, así como de una estrategia de comunicación que sea capaz de posicionar el productobajo esos conceptos emocionales y sensacionales identificados.

 Las personas compran personas más que objetos, por lo que la clave está en generar relaciones afectivas y emocionales, destacando ante todo valores asociados a los deseos, anhelos y aspiraciones de los consumidores. Las empresas que están escribiendo el libro del futuro son las que llegan al corazón y no solo a la mente del usuario.